miércoles, 16 de abril de 2008

Las aventuras de Pili y Mili

Pili y Mili, para aquellos que no las conozcan, son 2 gemelas de la misma quinta que Marisol que probablemente ahora estén peinando canas pero sus películas no paran de repetirse en TVE. Pili y Mili han venido a visitarme este finde, no son gemelas pero como si lo fueran jeje!Han venido Cris y Mari a Porto a pasar 3 días de los más "moviditos".
El viernes llegaron y la primera parada que hicimos fue mi hogar para descargar todos los bartulillos. Como era la hora de comer, pasamos por la cantina universitaria a hacer una degustación del menú y de ahí, de paseo a Foz. Hacía sol pero un viento que te dejaba helados hasta los pelillos de la nariz. Paseamos por la avenida y acabamos nuestro recorrido tomando una Cocacola con tarta de limón en una cafetería muy chic. No le quitaban ni la funda de la boquilla de las pajitas...qué clase!Tras nuestra merienda, seguimos por el Parque de la ciudad donde intentamos separar una familia de patos. ¡Qué crueles somos! pero es que los patitos eran tan monos!!Era para cogerlos, metérselos en el bolsillo, traerlos a casa y tenerlos de mascotilla. De allí, cogimos una guagua a la zona comercial de Santa Catarina, donde miramos algunas tiendas y después probamos algo typical portuguese: Bacalhau as Natas, lo que viene siendo bacalao gratinado con nata, bastante bueno.
Esa noche decidimos ir a la Movida de fiesta, porque era una apuesta segura, pero ese día algo salió todo torcido porque al poquito de llegar REDADA POLICIAL! Dijeron que serían solo unos minutos, pero al cabo de una hora sin música y sin nada que poder hacer, no nos quedó otra que volvernos a casa con las ganas de fiesta.Eso sí con una Señora Reclamación en portuñol de la leche! Por la mañana nos enteramos de que la Movida no había sido el único sitio donde habían hecho redada sino que en todos los putis de Porto y por desgracia también nos enteramos de que a Lucas le habían ingresado por una pelea con unos portugueses. Ya está fuera de peligro y estos días se irá a casa, para recuperarse. Esperemos que se ponga bien pronto y que vuelva pronto o para la Queima das feitas, con ganas de darlo todo.
Quitando estos incidentes, esa mañana no hicimos nada de utilidad pero por la tarde, fuimos de ruta completa con el Oscar, su clon y el amigo de su hermano. Fuimos al palacio de Cristal,a Piolho,Aliados,a la Ribera, nos subimos al tranvía antiguo y visitamos las bodegas de Croft. Esa noche cenamos en Casa Jaime carne a la piedra con vinito blanco humm!!La pena fue que para llegar nos calló el diluvio universal, pero la cena aún asi nos demereció. Tras esto, nos fuimos a bailar al Contagiarte hasta que los pies dijeron Basta!
El domingo lo dedicamos a ver la Casa da Música y a una breve visita a Coimbra para ver a Eli, una amiga de Cris y Mari. Nos enseñó la Universidad, que es una de las más antiguas del país; los parques, que son tremendos; las iglesias (una con coro incluido) y su casa, que era un auténtico espectáculo. Su casa es conocida como la casa vermelha o casa roja y en ella viven 15 personas: 11en el edificio principal y los otros 4 en 2 apartamentos que dan un patio común. La cocina era comunitaria y Cris casi no se corta las venas al entrar. Entre todas las paredes ralladas (nosotras dejamos nuestro grafitti jeje!) y que por allí no había pasado sanidad en mucho tiempo, estaba más que cochina. El resto de la casa pues ni tan mal. Terminamos el recorrido por Coimbra viendo la zona del río y cenando una pizza que Dios!!cómo estaba...puede que estuviera muerta de hambre pero me supo a gloria. Tardamos una hora en volver y al llegar a Porto, sobre las 11, tuvimos un encuentro un tanto desagradable. Vimos a unos pobres niños que nos ayudaron con la máquina del metro que creemos que no tenían casa porque les vimos sacar una lata de melocotón en almíbar para cenar en las escaleras, casi lloramos. Puede que solo fuera autosugestión nuestra, que somos muy impresionables pero nos chocó ver niños solos a las 12 de la noche en la calle,toquemos madera para no estar en lo cierto.
El caso es que de normal en Porto no pasan estas cosas y para dos días que estuvieron les tocó la lotería. Me encanto verlas por aquí y que desconectarán de la estresante vida en Granada (que quedarse calva antes de los 40, no debe ser bueno) y que cuando quieran más aventuras para contar, mejor que un paseo en canoa con cocodrilos, ya saben donde vivo o no sé si pedirles que vuelvan para darle emoción a mi vida portuguesa.
-Cambiamos príncipe azul por lobo feroz- Cris y Mari

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