lunes, 12 de mayo de 2008

Queima das fitas

Durante todo un año llevamos viendo a unos pobres desgraciaditos denominados caloiros, o lo que es lo mismo novatos, sometidos a todo tipo de bromas, pruebas, vejaciones, maltrato...por parte de unos veteranos que en estos días celebraron su fiesta grande. Ser caloiro es algo opcional y a principio de curso tienen su ritual de iniciación, que es una especie de bautismo con un cucharón donde se les asigna un tutor o verdugo a cada uno. Es como el rollo americano de las hermandades solo que más bien aquí, cada facultad tiene sus novatillos y se les reconoce por el color de la camiseta. Las facultades donde más caloiros hay son: ciencias que van de celeste, letras que va de azul, economía rojo y blanco, derecho rojo, medicina amarillo y los de ingeniería que van de color teja, que no marrón ni naranja!.Los de arquitectura son unos sosos y están en contra del tema de los caloiros, porque bastante puteados estarán el resto de la carrera como para encima abusar de ellos, pero si aún así, hay alguno que se empeñe en someterse a las pruebas de caloiro, le toca ir vestido de blanco...hasta para eso son sosos!
A lo largo del curso los veteranos de cada facultad o los Harry Potters, como les llamamos nosotros,van vestidos de negros y con capa, capa multiusos y multifuncional que llevan puesta todo el año, haga frío o calor y que vale tanto como abrigo como de mantel. Además la capa la adornan con emblemas típicos de tu facul, que te regale tu madre, tu prima, la abuela... y son como parches o sellos que se cosen en la capa, en plan boyscout. Yo me compré el de arquitectura para tenerlo de recuerdo jeje!. Estos veteranos son los llamados Doutores y son los que dirigen todo el cotarro con el cucharón del poder. Si hay algún caloiro cerca, ellos son los amos y señores de la uni porque el pobre caloiro no puede mirar a la cuchara de madera y si a lo mejor están comiendo tienen que dejar de engullir, levantarse de la mesa, y esperar a que algún Doutor le deje volver a sentarse. Todo el año pasando todo tipo de pruebas y perrerías, cantando el himno de la facul a diestro y siniestro, siguiendo a la trupe (tropa) hasta el fin del mundo para que al final,la semana pasada,dejaran de ser caloiros y se les permita hacer novatadas el año que viene.
Los caloiros no son los únicos protas, por su parte los Doutores llevan una carpeta negra donde la semana pasada colgaban una serie de cintas o fitas, donde les escriben dedicatorias o deseos los familiares, profesores o amigos. Según quién le escriba en la cinta la pone en un lado u otro de la carpeta, así que al final llevan 5 cintas del color de la facultad. En una esquina la de la familia, en otra la de la churri, en otra la de los coleguis, en otra la del perro y en medio la de los profes por poner un ejemplo. Esas cintas son tan importantes que llegan incluso a ser bendecidas por el obispo de aquí en una misa pública. Supuestamente la semana pasada era cuando las fitas se debían quemar, pero a la gente le gusta que le escriban cosas bonitas y se las quedan de recuerdo.
Dentro de los Doutores hay una especie de rango, y los más veteranos son los Finalistas, que son aquellos que están acabando la carrera. Los finalistas durante la semana de la Queima son muy fáciles de reconocer, porque llevan un sombrero de copa, bastón y en algunos casos un broche o una pajarita del color de la facul a la que pertenecen. Estas pintas tan ridículas son para que con el bastón les den 3 hostias en el sombrero deseándoles: salud, dinero y felicidad (también puede incluirse amor o sexo...eso depende de cada uno).Como no todo el mundo sabe medir bien sus fuerzas, más de una ha terminado llorando por las leches que le propinaron el sombrero.
A parte de eso, durante la semana de la Queima se organiza un desfile enorme donde cada facultad y universidad pasea a sus Finalistas que llevan hasta ramitos de flores del color de la facultad y caloiros, en carrozas de elaboración propia por el centro de la ciudad. Cada uno va berreando los himnos que le corresponde hasta llegar frente una especie de tribunal, que se encuentra en la parte alta de la Praça Libertade. Allí es donde los caloiros se arrodillaban y ya por fin!!dejan de ser novatos, pasan a ser pastranos. La verdad que impresiona ver tanta gente en la calle e impresiona más aún ver todo la tradición universitaria que hay aquí, porque según me dijo un portu es como un deber que tienen con la ciudad.
Por otro lado también estaba el recinto de fiestas, el Queimódromo. Era una explanada cerrada con chiringuitos de cada facultad, carpas con música, escenario para actuaciones, puestos de comida y atracciones de feria, bastante bien organizados y aunque falló el servicio de limpieza porque ya el último día que fuimos daba realmente asco pisar el suelo por la mezcla de fluidos que había por ahí. Merecía la pena salir por allí. Yo me lo pasé como una enana bailando no meu cuadrado, saltando en el bungee aunque terminara como si me hubiesen dado una paliza, escuchando a los Xutos e Pontapés (los Rolling portugueses) y retando a Hamilton en los cochitos de choque. Hamilton siempre hace trampas y ahora tengo un morado horroroso en la pierna...p***negro!(que conste que no soy racista)En definitiva fue una semana de mucha fiesta y poco descanso, y por algo es aquí la fiesta grande.Ya podrían en Las Palmas organizar los mogollones así, aunque con los animalitos que hay por ahí sueltos igual en vez de morado me quedo sin pierna directamente...jeje!
Esta vez no pongo música si no que les pongo un video de lo que fue el desfile y así se hacen una idea de todo lo que les he contado (aunque esté en portu creo que se entiende).

lunes, 5 de mayo de 2008

Viaje de ida y ¿vuelta?

Estos días, coincidiendo con el puente del Día del Trabajador, hemos decidido hacer una escapadita de 3 días a la ciudad de Salamanca. Salamanca, es con Santiago y Granada, una de las ciudades universitarias por excelencia. Eso significa: ciudad histórica, con mucho turista, mucha gente joven y sobretodo mucha fiesta, por no decir demasiada!.Nos fuimos el miércoles de mañana en 2 coches que alquilamos. En el primero iban los chicos: Oscar, Luke, Chuchi y Guille y en el otro, en el coche guay porque teníamos música, las malotas, osea nosotras: Mery, Miriam y yo. Miriam era la conductora. A la ida no nos podemos quejar, pero a la vuelta entre el cansancio acumulado y que son 3 horas de camino, sus cualidades como Schumacher se dejaron de notar, pero bueno llegamos sanas, salvas y sin perdernos a Salamanca. Lo primero que hicimos fue buscar el albergue. desembarcar y buscar un Mercadona!! Allí parecíamos 3 niñas chicas en una juguetería, sacándonos fotos en la puerta del Mercadona y probando todo tipo de potes y chapapotes. Tras nuestra visita turística al super, quedamos con los niños para ir a cenar de cañas y tapas por la ciudad. Qué maravilla volver a salir otra vez en España! porque eso de que con la caña te pongan una tapita (aunque Granada sea la reina de las tapas); no tengas que pagar por entrar en los pubs, bares o discotecas; que te pongan pachangueo español cantable y bailable; y te inviten a copas en los locales...no tiene comparación. Fue una noche intensa que terminó a las 9 de la mañana con Spider-Miri trepando por las literas del albergue, saltando de una cama a otra cual piojo en una escuela primaria...Espectacular! Sobre las 12 del mediodía nos tuvimos que cambiar de habitación y desalojamos la nuestra como buenamente pudimos. Mientras algunos se quedaron durmiendo la mona, el resto fuimos a hacer algo de turismo. Fuimos a ver el puente romano, la Gitana (tienda pirata de marcas conocidas que según Chuchi es toda una eminencia en la ciudad) la catedral, la Casa de las Conchas, la Plaza Mayor, la universidad y su ranita y callejear por el casco histórico de la ciudad. Terminamos el recorrido sentaditos en mitad de la Plaza Mayor, mientras esperábamos al resto, viendo como unos moquillos franceses bailaban tecktonik, retándose con otros que estaban en la plaza. Se formó un gran corro a su alrededor donde me encontré con una chica del cole, si es que el mundo es un pañuelo lleno de mocos. Cuando llegaron los que faltaban, nosotros fuimos a descansar un poco y tomar el relevo, porque entre pitos y flautas no habíamos dormido casi nada y tampoco es que lográramos mucho, porque al cabo de una hora ya estábamos otra vez en planta. Volvimos a salir de cañas y tapas (me comí una de gambas buenísima) y otra vez por ahí de fiesteo. Esta vez mucho más tranquilo, porque al día siguiente teníamos que volver pronto para devolver los coches. Aunque al final todo saliera torcido, porque a medio camino, nuestro coche empezó a perder fuerza y justo 10km antes de llegar a la frontera tuvimos que parar, porque el coche no tiraba. Cuando lo revisamos, descubrimos que tenía una fuga cerca de donde está el depósito de la gasolina y que habíamos ido perdiendo gasolina por el camino. Tuvimos que avisar a la agencia, que nos mandaran una grúa y un taxi hasta donde nos dieron otro coche. El taxi era de película, con sus asientos de cuero, peluches, las ventanas subidas, nosotras sudando como pollos y el taxista intentando hablar con nosotras, pero con el sopor, nos quedamos fritas. Llegamos a Viseu y allí nos dieron otro coche, con el cual, llegaríamos por fin!a casa.
-Es qué nunca vamos a hacer un viaje bien?- Chuchi