miércoles, 25 de junio de 2008

A martelada de São João

São João o San Juan es una fiesta grande y mágica allá donde se celebre, pero no se celebra igual en Las Palmas, que en Valencia o que aquí, en Portugal. Normalmente suelo ir a bañarme a la maravilosa y estupendísima playa de Las Canteras, a partir de las 12 de la noche saltando mis 3 olitas, esquivando naranjas, flores y demás cosas que la gente tira al agua. Veo los fuegos artificiales y después me quedo en el arena alrededor de una minihoguera (no suelen estar permitidas, que si no la playa se queda hecha un asco el día siguiente) cantando, tocando la guitarra y los famosos yembés o como se diga,o simplemente de parloteo con los amigotes y amigotas de toda la vida. Si bien en Valencia y Las Palmas, la cosa era por el estilo, aquí no ha tenido nada que ver.
Aquí tienen unas costumbres muy diferentes, para empezar desde días antes se empiezan a llenar las calles de guirnaldas,luces, atracciones de ferias, unas especies de portales de Belén representando a San Juan bautizando, setos de albahaca con unas banderillas en las que ponen coplillas para los enamorados o picantes (cochinillos!!) y lo más importante de toda la fiesta....los martillos!. Martillos pero no de verdad, sino martillos de goma por todos lados que habrán enriquecido a más de un chino del país y que sin uno de ellos, estás perdido.
La víspera de la noche de San Juan, a parte de oler a sardina frita por toda la ciudad, toda la gente sale a la calle con su martillo en mano dispuesto a pegarle a otro en la cabeza. Es que a estos portus les gusta el masoquismo y lo de pegarse les gusta mucho, porque en la Queima también todos a darse en la cabeza con los bastones. Lo mejor del asunto es que todo el mundo se pega y nadie se mosquea y que existen distintas variantes de martillo. Está: el martillo de Thor, que es enorme y si te pegan con ese pues mucho ruido y pocas nueces; el de tamaño medio, que es manejable a la par que resultón y por último, el pequeño, que a pesar de parecer ridículo es el que más jode de todos, porque concentra toda la fuerza en una superficie más pequeña (comentario friki). A parte, también se vendía todo tipo de porquerías y artículos de fiesta donde me compraron unas gafas con lucecitas, estilo coche fantástico, que causaron furor!
Todos fuimos hacia la Ribeira para ver los fuegos artificiales y estar por las distintas verbenas que se montan allí llegando hasta la zona de Foz. Era increíble la cantidad de gente que había! no te podías ni mover, asfixiante!!A Bea, una amiga, la tuvieron que rescatar en plan gancho, sacándola del pelotón por un brazo. Además llovió intermitentemente toda la noche, lo cual no hacía más agradable estar en mitad del mogollón.
Los fuegos artificiales fueron muy bonitos, porque estaban sincronizados con bandas sonoras de películas y además iluminaron el puente de don Luis I, un espectáculo muy bien montado.Además también se lanzan globos de papel, parecidos a los farolillos chinos, que se queman y se consumen mientras ascienden. La pena fue que perdieron el audio en un momento determinado y que justo en la traca final, pasó una ambulancia pero aún así no desmereció nada.
Después de los fuegos nos quedamos por la Ribeira pululando, yendo de verbena en verbena, viendo las atracciones de feria y los chiringuitos que habían montados aunque no llegáramos ni a Foz, ni mucho menos a la playa.
Ciertamente fue una noche distinta, porque las costumbres de aquí no tiene nada que ver a como lo celebramos nosotros y eso que somos vecinos, pero sin duda será un São João inolvidable.
- Na noite de São João,
vai pra rua e faz a festa,

lembrate que no Porto
Nao há noite como esta- coplilla de un seto
PD: Felicidades a mi awe, mis primos, mi tio y Nona.


sábado, 7 de junio de 2008

Tú a Londres y yo....también!

Hace muchísimo que no actualizaba porque la verdad no he tenido tiempo de ponerme a escribir y he estado liada con entregas y demás, pero poco a poco intentaré ir poniendo las cosas al día.
Aproximadamente, hace 2 semanas, me fui de viaje rápido y fugaz a Londres, más bien se podría decir que fue una excursión un poco larga porque duró cosa así de día y medio, pero eso sí muy bien aprovechado.
Salimos de aquí a eso de las 9 de la mañana con destino London Stanted, como de costumbre Ryanair nos dejó a tomar por saco de la civilización y nos obligó a tener que comprar billete de tren o guagua para poder ir al Londres de verdad. Ryanair es barato, hasta ahí de acuerdo, pero tiene un grave problema y es que no saben de geografía! Por poner un ejemplo: te dicen que vuelan a Barcelona pero en realidad aterrizan en Girona, que es otra provincia totalmente distinta y que nada tiene que ver con Barcelona, pero ellos se quedan tan anchos! Obviamente, ellos no se encargan de llevarte hasta Barcelona porque no es que haya sido un error del piloto que no tiene el graduado escolar, sino que te toca pagar a sus secuaces por una bonita hora en guagua que resulta incluso más cara que el propio billete de avión. Al final, lo barato sale caro.
Como iba diciendo, entre pitos y flautas llegamos a Londres a eso de las 12 del mediodía, nos metimos en las catacumbas del metro y llegamos al albergue. El albergue estaba bastante bien, porque quedaba justo enfrente de la estación de metro y no parecía muy viejo. Dejamos las maletas y comenzamos la contrareloj. Fuimos hasta al Soho, a Picadilly Circus y ahí fue cuando vimos Londres por primera vez. De ahí, fuimos caminando hasta Buckingham Palace a saludar a la reina, que ese día estaba en la pedicura y no nos pudo atender. No pudimos ver el cambio de guardia que es lo más interesante porque entre que llegamos tarde y que estaba lloviendo, pues nos lo perdimos. Dejamos el palacio y nos metimos ya desfallecidos!!en el parque de Sant James. Muy verde y muy bonito, típico de los jardines ingleses, pero lo que más ilusión me hizo fue ver ardillas!!! Eran las típicas ardillas rojas de los dibujos animados que partiendo de la base de que en Canarias no hay ardillas y mucho menos rojillas, pues para mí era todo un espectáculo. Había un señor que repartía cacahuetes para dárselos y se te subían a la pierna a cogerlos pero a mí no me dio ninguno...snif,snif!! Comimos un par de sandwiches (íbamos en plan ahorro jeje!) y nos volvimos a poner en marcha. Fuimos a ver el Big Ben (nos sacamos la típica foto con la cabina roja y la torre de fondo, como auténticos guiris)también la cámara de los Lores, la abadía de Westminster, el Ojo, el puente del milenio de Foster, parada técnica en el Starbucks para entrar en calor, secarnos un poco y de paso tomarnos un chocolate a la avellana o clásico calentito...humm! A la salida vimos el huevo (el City Hall), la Tower Bridge y ya! porque como estaba lloviendo mis zapatillas pasaron de ser eso a convertirse en katiuskas por culpa de la lluvia. Se me habían calado los pies e iba haciendo chof,chof! Tuvimos que ir a comprarme unas zapatillas y de paso vimos la zona de Oxford Street, pasamos por delante de Cheers y de la juguetería Hamleys (una de las más grandes del mundo y de donde yo tengo una casita de muñequitos que me trajo mi papi cuando era chica) aunque no entramos. Estuvimos buscando los famosos almacenes Harrods, pero no teníamos ni idea de donde andaban y terminamos por sentarnos en el Mc Donalds a cenar. Después de eso, volvimos a Picadilly Circus para ver un edificio solo de recreativos, jugar un poco al lanzamiento de moneditas y no ganar nada de nada y de ahí, directos a la cama.
A la mañana siguiente, desayuno inglés pero sin las judías rojas que no deben ser muy buenas para el estómago tan de mañana y nos fuimos directos a Candem town, un mercadillo IMPRESIONANTE! Era muy grande, parecía que nunca se terminaba, veías todo tipo de cosas y todo tipo de gente. Vimos una tienda de artículos y ropa futurista, donde los dependientes iban con el pelo fosforito y con pintas muy raras. Perdimos casi toda la mañana pero es que merecía la pena verlo y comprar alguna cosilla jeje!! De ahí, fuimos al Museo Británico que es de las pocas cosas gratuitas que tiene la ciudad y solo pudimos ver las momias, la piedra Rosetta y los sarcófagos porque allí puedes pasar un día perfectamente pero como no había tiempo pues fuimos directos a ver a los egipcios. Salimos y nos sentamos en un parquecito a comer, otra vez sandwiches, porque estábamos agotados. Tras nuestro brunch, fuimos a ver Trafalgar Square, volvimos a la zona del Big Ben por si podíamos entrar en Westminster pero estaba cerrado,pasamos por la catedral de San Paul (era la que salía al final de Benny Hill)y por último vimos el pepino de Londres, la torre Gherkin, también de Norman Foster (que será muy Lord, pero tiene un problema fálico este señor). Acabamos el recorrido otra vez por la zona de Oxford Street para hacer algunas compras y de ahí, de vuelta al hostal a por las maletas.Pasamos la noche en el aeropuerto como buenamente pudimos, porque los asientos eran duros de narices y a las 6 de la mañana de camino de vuelta a casa.
Londres es una ciudad increíble, llena de cosas raras y gente rara, con muchos contrastes, y a la que sin duda volveré cuando sea rica y famosa. Volveré con algo más de tiempo porque hay mucho que ver además de unos zapatos water resistant jeje!

PD: Gracias al guía con memoria fotográfica!