Por fin termino de actualizar mis 2 semanas de vacaciones. Para el final he dejado lo más interesante desde el punto de vista turístico y gastronómico,
jeje!: Mi viaje por el
Benelux (aunque no pisara
Luxemburgo).

El
tour comenzó el
día 12 con rumbo a
Madrid, porque por cuestiones técnicas y económicas, salir directos desde
Oporto era inviable. Así que pasamos un día allí que aprovechamos para ver un poco el centro y yo, para
reencontrarme con mi amigo
Berci, que hacía cerca de un año que no veía. Estuvimos por la
Puerta del Sol, visitamos las instalaciones sanitarias del
Corteinglés (
especialistas en ti), y nos dimos un homenaje de tapas: croquetas, calamares, huevos estrellados, bravas...que nos dejó inútiles toda la tarde por empacho...qué feo es pasar hambre! Hicimos noche en
Madrid e intentamos dormir algo en casa de
Berci, porque el vuelo salía a las 6 de la mañana. Eso implicaba que había que estar a las 5 en el aeropuerto y por tanto, salir sobre las 4 de su casa, por lo que dormir, dormir...dormimos más bien poco.

El
día 13 salimos hacia
Holanda donde la hora prevista de llegada era las 11 o las 12 del mediodía, contando con el sistema de trenes holandeses que nos llevarían de
Eindhoven a
Amsterdam. Con lo que no contamos fue con el factor niebla y que por un desvío, en vez de en
Eindhoven, aterrizáramos en
Weeze,
Alemania!!!
Ryanair se comprometió a llevarnos hasta el aeropuerto de
Eindhoven en
guagua tardando aproximadamente 2 horas, pero como nosotros donde queríamos ir era a
Amsterdam, era una tontería desviarnos si desde
Alemania conseguíamos ir directos.
Asi que nos chupamos 3 horas de bus, haciendo escala en
Utrech, antes de llegar por fin!! a
Amsterdam.
Amsterdam: Allí lo primero que hicimos fue registrarnos en el albergue, que a pesar de estar un poco lejos del centro, merecía la pena por lo nuevo que estaba. Había sido reformado recientemente y estaba bastante bien, además, ponían
Nutella en el desayuno que, según mi hermano, es el indicador fundamental de calidad de un albergue, si hay
Nutella es bueno, si no no merece llamarse albergue. Íbamos a coger
bicis pero viendo las caras congestionadas de los holandeses por el frío, desechamos la idea. Fuimos a comer al
Mc Donald, por comer sano, y por la tarde, empezamos nuestro
tour turístico por el centro de la ciudad: vimos los canales, las casas

inclinadas, la
Dam, Rembrandplein, Museumplein y por supuesto el famoso
barrio rojo. El barrio rojo no era nada espectacular,
personalmente creo que Reeperbahn en
Hamburgo es mucho más exagerado, pero tocaba ver el ambiente sórdido de
Amsterdam y los famosos escaparates de
pilinguis antes de que los cierren. Consejo a todo aquel que vaya de visita a esa zona: no llevar abrigos de colores llamativos, porque no sé porqué se asocia con los de las chicas del barrio. No fue nada agradable que me confundieran con una de ellas por mi bonito abrigo rojo.

El
día 14 madrugamos para aprovechar al máximo el día y nos fuimos a ver el Museo de Anne Frank y el de Vang Gogh. La casa de Ana Frank fue un poco decepcionante en el sentido de que era una casa vacía, sin mobiliario ni nada que ver, me esperaba algo más. Lo mejor, fue que a la salida de la casa me encontré con una amiga de los campamentos de Las Palmas. Después fuimos al museo Van Gogh que si mereció la pena, a pesar de que no estuviera ni La
noche estrellada ni el cuadro de Los lirios, aunque alguno asegurara haberlo visto. El Risjkmuseum lo dejamos para la próxima. Fuimos a comer a un italiano, dimos un paseo por el parque de la ciudad y otra vez al centro. Nos pasamos por uno de los
Coffee shops más famosos y originales de
Amsterdam, que sale en la
peli de
Oceans Twelve y en el reportaje de
Planeta Finito con
Pocholo. Como soy así de guay, mientras la gente se colocaba liándose porros y fumando de todo, me pedí un
zumito de naranja que seguro que eso no lo hace nadie Holanda. Qué
malota! Después de eso y para compensar mis vicios sanos, me di el capricho de tomarme un
gofre con nata y fresas...
hummm!!!
Al día siguiente salimos también temprano porque nos
íbamos a
Rotterdam. Vimos casi todas las tiendas de
souvenirs en busca de la postal perdida, pero la conseguí! además de unas bonitas orejeras blancas polares. Qué
calorcito!
Rotterdam: Después de aproximadamente una hora de tren, sobre el mediodía llegamos a la ciudad, que nada tenía que ver con Amsterdam. Dejamos las maletas en el albergue y luego recorrido panorámico por la ciudad. Es una ciudad mucho más moderna y uno de los puertos más importantes de Europa, allí vimos: el puente, las casas cúbicas, la zona comercial, y la plaza industrial.
Por el camino nos encontramos con Erasmo de Rotterdam, que para todos los Erasmus es como para los musulmanes ir a la Meca. Después, un chocolate caliente!!para entrar en calor y luego a Chinatown. También intentamos ver la ciudad desde la torre de televisión pero tras un buen rato de paseo por un parque también terrorífico por la falta de iluminación, llegamos a la torre para nada!! porque subir nos costaba un ojo de la cara y ver todo oscuro no merecía la pena. Así que decidimos ir a cenar al Subway y de ahí, directos al albergue, a descansar! porque al día siguiente: Brujas.
En el próximo capítulo del Benelux tour: Bélgica!!
-El mundo es un pañuelo lleno de mocos- mi papá
1 comentario:
jejejej espero que lo pasaras bien,y me compraras alguna postalita XDD
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